Crónica de una clasificación casi anunciada


Estoy frente a la computadora y esto se vuelve una tarea un tanto complicada. Mañana (en el momento de escribir estas líneas son las 23:03 del miércoles 23 de junio) juega Paraguay frente a Nueva Zelanda por la Copa del Mundo, un encuentro crucial para definir sus chances en este evento deportivo.

¿Qué hago acá en lugar de estar en mi cama, cuando toda mi familia está durmiendo? La verdad es que no puedo conciliar el sueño. No es por el partido de mañana, ni por los ruiditos raros que hace Enzo, mi hijo menor en su cunita. ¿Será que los bebecitos de 2 meses y algunas semanas ya sueñan? Es raro, ya que hace soniditos raros y al mirarlo sonríe. Lo único que espero es que no despierte a Agustín, su hermano mayor que en cualquier momento saltará a nuestra cama para buscar un poco de tranquilidad para continuar su descanso reparador.

En fin, vuelvo al tema de esta catarsis, estoy tratando de adelantar algo de mi trabajo, redactar un comentario, como lo hago para cada programa. Sin embargo, hay factores que conspiran contra esta intención. Por un lado, me acaban de decir que en Canal 13 están trasmitiendo una cirugía de pechos en vivo. ¡Tan bajo hemos caído! Mmm a esta altura de las cosas, creo que ya no podemos estar perdiendo el tiempo en cosas que realmente andan mal y que catastróficamente se vuelven cada vez peores.

Otras cuestiones que podemos analizar pasan por los acuerdos del oficialismo luguista con la oposición, y no cualquier sector de la oposición, sino con el, a esta altura, ex nicanorismo. Representantes de lo que fueron los últimos años del gobierno colorado. Podríamos hablar de la serie de crímenes espeluznantes que vivimos en las últimas semanas. De la inseguridad, de la pobreza, de la persecución al Ejército del Pueblo Paraguayo, de tantas cosas, incluso del San Juan.

Pero no, dejaremos de lado todos los otros contenidos interesantes para fijarnos en la actuación de la selección paraguaya de fútbol, porque es excluyente. De nada más se puede hablar en estos momentos. Estoy haciendo un poquito de futurología, imaginando el momento en que vamos a estar al aire y no me imagino charlar de otra cosa. Por ahí si ocurre una desgracia impresionante, se puede desviar un poquito el tema central, la clasificación de Paraguay (esperemos que así sea) o de la sorpresiva eliminación de nuestro cuadro de la Copa del Mundo.

Como lo que debería hacer al llegar a este punto es escribir dos finales del comentario, uno si pasamos de ronda, y otro si esto no ocurre, voy a tomar otro camino, el más sencillo y prudente. Sencillo porque me voy a dormir, siendo poco menos que la medianoche, para reanudar la jornada laboral temprano, y prudente ya que la adrenalina del encuentro hará que los sentimientos queden mejor reflejados en ese instante.

PAUSA REPARADORA.

Ahora son las 7:08 de la mañana, voy a aprovechar que mis hijos siguen durmiendo para ver lo que pasa en el país.

La verdad lo único que se ve es la expectativa de todos para el inicio del partido de Paraguay. Como Agustín, mi hijo mayor se despertó ahora, siendo las 8.35, voy a dedicarle unos merecidos minutos para estar con él. Espero que pueda ver el partido.

Siendo las 12.10 hs, estamos con el resultado puesto. Lo primero que me viene a la mente es el ejercicio que hubiera hecho ayer, el de escribir dos finales hubiese sido totalmente en vano, ya que siempre pensé en que Paraguay ganaría o perdería, jamás pensé que con un empate, mas una derrota italiana clasificaríamos primeros en el Grupo F.

Dentro de esta situación, estas son algunas conclusiones que resalto

– Ahora entiendo cómo se sienten los rivales que enfrentan a  Paraguay. Si bien Nueva Zelanda es un equipo muy limitado, se dedicó a defender el resultado, tratando de sacar algún centro que pueda inquietar a la defensa. Una táctica de amarrete, que nos llevó a los paraguayos a varios mundiales, aunque estamos despegándonos de esa práctica.

– Tenemos que confiar más en nuestro talento. Ahora nos damos cuenta que había sido Italia no es la gran cosa, quedó eliminada y última en nuestra serie. Conste que festejamos a rabiar el empate, cuando creo que se podía algo más, así como lo señalaron en su momento los analistas deportivos internacionales.

– ¿Qué comen en Nueva Zelanda? Este país es conocido por su rugby, pero en el fútbol casi no tiene historia. Ahora entiendo mejor porque se dedican al deporte de la ovalada, ya que el físico que tienen sus atletas le ayuda a poder competir con mejores resultados. Los más altos de la albirroja, Santa Cruz, Topo Cáceres, Da Silva parecían niños al lado de los jugadores kiwis

– Nos quedamos con el grito de gol atragantado. Esperemos desahogarnos en octavos, en cuartos y en las siguientes instancias

– Sigo sin entender cuál es la gracia de pedir que el relator de un partido de fútbol te mande saludos durante un encuentro tan importante. Molesta, ¿acaso no se dan cuenta?

– Esta reflexión quizá roce la argelería, pero a los amantes del futbol, aquellos que conocemos todas las canchas de nuestro país, e identificamos perfectamente a todos los equipos de todas las divisiones. A los que seguimos cada instancia de la marcha futbolística del país y del mundo, nos molesta algo del Mundial, que cualquiera que no sabe absolutamente nada de este deporte opine. Y critiquen a mansalva. “En boca cerrada no entran moscas”, “Uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras”, “Mejor quedar callado y quedar como idiota que abrir la boca y confirmarlo”. Dejemos así nomas

– Dentro de todo, sin entrar a analizar futbolísticamente, me gusta el resultado. Independientemente a ganar el grupo, me parece que no vamos a caer en una euforia perniciosa. No creo que haya tantos excesos, de los que derivan en accidentados, moquetes y muertes incluso.

– Ya hicimos historia, clasificamos por primera vez en la cabeza de una serie mundialista. Sigamos redactando esta leyenda futbolera.

– Vuelvo a decir este punto. Nos viene bien esta alegría. La necesitamos, el fútbol nos ayuda a pasar mejor paliando los malos momentos que se viven en el país, en otros ámbitos.

Seguramente otras conclusiones más iremos sacando a medida que trascurran los minutos. El tiempo es tirano para quien busca redactar unas ideas y pasarlas al cyber espacio. Son las 12.55 tengo que prepararme para ir a la radio. Me sigue quedando la imagen de alguien a quien extrañé hoy en la transmisión del 9, el Ing. Luis Castiglioni, estará contento con el desempeño de nuestra selección, pero su corazón sufre por la derrota y eliminación italiana.

Como verá, amigo oyente, el futbol reparte alegrías y también tristezas. Hoy nos toca celebrar, hagámoslo pero cuidándonos.

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